El profesor Alfredo García Altamirano escribió una breve reseña biográfica y una interesantísima anécdota sobre Bruno Moritz en la revista "Ajedrez" que se publicó en Guayaquil en 1990, en conmemoración y homenaje al Círculo de Ajedrez "Guayaquil" al cumplir 50 años de fundación.
La reseña biográfica
DR. BRUNO MORITZ.- Fuerte jugador de origen alemán. Inmediatamente a su llegada al país se hizo socio de nuestro Club y su conocimiento y experiencia levantó el nivel de juego de nuestros jugadores de esa época. Fue segundo tablero del Ecuador a las Olimpiadas de Tel-Aviv, donde tuvo un magnífico desempeño. Al morir, donó su biblioteca de ajedrez al Club.
La anécdota
La siguiente anécdota es más bien una historia de amor y fidelidad cuya realidad supera a la fantasía.
El Dr. Bruno Moritz era alemán, de origen judío, había sido Campeón de Hamburgo y había enfrentado a los más fuertes jugadores de su época, entre ellos Bogolyubov, con quien perdió estrechamente por 6-4. Llegó a nuestro país huyendo del terror implantado por Hitler contra los judíos. Su esposa había sido llevada un campo de concentración nazi y después, le informaron que había sido enviada a los hornos crematorios.
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| Alejandro Cevallos, Dr. Olavo Yépez y Dr. Bruno Moritz, tres de los cuatro integrantes de la Selección del Ecuador a la Olimpiada Mundial de Ajedrez de Tel-Aviv 1964, son despedidos por el Prof. Alfredo García (a la izquierda de la foto) y el Ing. Vicente Benítes (a la derecha), horas antes de su viaje a la Olimpiada. |
En Guayaquil, rehizo su vida, adoptó la ciudadanía ecuatoriana, se casó por segunda ocasión, fundó la librería "Científica" y se hace socio del Círculo de Ajedrez "Guayaquil", del que fue varias veces Campeón. En el ocaso de su vida, pero conservando todavía esa fuerza ajedrecística de su juventud, es seleccionado para que integre el equipo del Ecuador a las Olimpiadas Mundiales de Ajedrez de Tel-Aviv. Al llegar a esa ciudad, la prensa israelita comentó que el segundo tablero del Ecuador era nada menos que Bruno Moritz, judío que había sido Campeón de Hamburgo.
La noticia llegó rápidamente a los oídos de su esposa que no había sido cremada sino que había logrado escapar del campo de concentración nazi y que vivía en Israel. El mismo día se reencuentran y el Dr. Moritz decide quedarse con su primera esposa, divorciándose por poder con la esposa que tenía en Guayaquil y renunciando a su inmensa fortuna que había logrado hacer en nuestro país. Murió años más tarde de cáncer.
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